viernes, 18 de diciembre de 2009

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Al diablo...


Todo otra vez


Me mudé

lunes, 7 de diciembre de 2009

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Tú. Tajante, oclusivo, corto. Tú. Prolongado cuando los pliegues de mis labios se abren y osan pronunciarte. Tú. Inaudible en la ausencia de tu gravedad, de tu caída. De esa caída que nunca llega. Te encontré aferrado a los amarres dialécticos de tu cosmovisión, esa que en ocasiones logro quebrar… y caes. Tus fragmentos se resisten con esa maldita cohesión que aborrezco y se me entierran en la piel. Pero anoche tus labios fueron caos y principio. Te descompuse y arranqué de mi cuerpo todas tus fracciones esparciéndolas por el suelo. Te quebré y por primera vez le hice el amor a todo tu cuerpo…no… a toda tu irreverencia animal que tanto ahogabas. Ese deseo que emergía en ojos dilatados y en sudor cada madrugada que salías del mar de tu inconsciente. Pero ayer querido… ayer te escuché, sonabas a los decibelios que harían la tierra y el sol al chocar. Te escuché, caíste. Y no fue mi cuerpo impúdico en tu sofá cada mañana, ni los libros occidentales que me empeñé en amontonar sobre tu escritorio lo que te hizo romper, no. Fue el vestido, ese azul de terciopelo, que era menos que sugerente a un simple baile. Pero era el artilugio de mi piel que vestía el reflejo de un destello inventado. Igual que el azul del cielo, mero reflejo de algo ya existente y terrenal, no te dabas cuenta. Era el azul que los socialistas anhelaban tras la misma caída que sus pasos habían provocado. Era el azul inalcanzable de Bataille. No había belleza pura, no existía el ideal. Me tocaste y lo entendiste. No había más que deseo, carne, cuerpos… y lo sutil, lo intangible, el valor… no era más que mis piernas desnudas, el ente del reflejo que veías en el vestido, en tu ideología, en tu abstinencia… entonces caíste…
Te convertiste en el Urano nacido de mis entrañas, de mi caos, de mi azul, de mis palabras, de mis labios… Tú… continuo e infinito Tú.


lunes, 30 de noviembre de 2009

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Mi irreverencia estalló. Estalló aún más rápido que la escritura de un verso surrealista. Estalló, y dejó una mancha transparente en mi pubis. Ahora mis piernas se escurren a la orilla de tus pies, con ganas de subir y ahogarte todo el cuerpo.

Ya basta de mi vagina coqueta y púdica, ésta que quemaste con miradas y roces tácitos. Pero esos tus muslos como alas de ave apresurada. Atraparte. Escuchar la caída vehemente de tus pájaros en picada sobre mi entrepierna húmeda. Quiero leer la directriz de tu erección marcando tu orgasmo; morderte y besarte los costados secos; romper tu perímetro social porque me harté. Me harté de encontrar tu nombre en el lomo de tu libro, en los organigramas y en los horarios. Arranqué todas las vocales estridentes que conforman este tu nombre. Pero me quedé con sus constantes consonantes resonantes, vibrantes. Como un juego abstracto y cacofónico de tu presencia en mis labios ansiosos. Porque te prefiero como un error gramatical a rimas y métricas perfectas. Los armónicos de tu sexo me dirigen de tu Norte y tu Sur, hasta tu centro; de mis ojos y manos, hasta tu núcleo, donde puedo jugar a ser el círculo dividido por tu secante, donde mi lengua pude fingir ser la tangente de tus gestos excitados.

Sí, mi moralidad también estalló. Estalló por esas las aristas de tus dedos con reminiscencias Tabladianas sobre mi espalda fría y por tus miradas imperativas y seductoras cual poesía mozárabe. Mira que mis piernas llueven, llueven jugo. Fueron esos tus ojos lúdicos que mordieron mi granada. Mordieron, escarbaron y renació mi clítoris. He sangrado mi verdadera virginidad apenas con tus roces.

Deja que coma de esos tus labios de frutas secas.

Deja inundarte en una copa de agua dionisiaca, transparente a ojos ajenos, y embriagante para esta mi boca que te bebe.

Deja que mi lengua sin palabras se vuelva la retórica de tu incertidumbre.

domingo, 2 de agosto de 2009

Signos tácitos

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En este momento me harta la sintaxis y la poesía como amante recelosa; la abandoné por tus dedos en mis labios y en mi humedad; por tus palabras certeras, pertinentes, figuradas, oscuras, de sol, de alcohol, de tabaco, de morbo, de duda y en ocasiones de ritmos cubanos. No soy paz o línea recta, pero seré lo sublime y lo grotesco. Y no pretendo recrearte con metáforas elaboradas ¿para qué pintarte, escribirte o recitarte estética? Si moldeo tu cuerpo como escultura, a la medida de mis manos, de mi lengua, de mi sexo y de mi perversión. No eres mis ganas o mi reflejo, eres la arcilla atrapada en los dedos, el pincel en la mano y la palabra abstracta en mi mente; porque sólo contemplarte sería como suicidio matinal. Mis piernas febriles ya no te aguantan. Ven a curar mi frigidez, lo dudes o no, pero que sea pretexto. Ven ya, que esta noche te canjeo el ascetismo por hedonismo. No construyo puentes, pero te regalo ingeniería, ojos, manos, respuestas de acertijos, resolución de crucigramas y hasta la enmohecida fe que guardo dentro. Perdona la insolencia de mis gritos esporádicos y la vehemencia de mis palabras locas por tus apetencias. Te invito una copa y un domingo bohemio. No guardes los bongos ni el cencerro bajo la cama, que mis pupilas quieren probar tu música. Eres mi sinestesia. Si te vas a ir, llévate este mi vientre terco. Hagamos la situación tan sucinta como mi vestido de hoy. Te ofrezco el lecho de mis senos y el resguardo firme de mis brazos. Te regalo la fantasía de mi masturbación nocturna. Me resisto a abortar tu sabor de mí. Te ahorro los conceptos y las obligaciones preestablecidas, soy tu espacio y tu tiempo...

miércoles, 8 de julio de 2009

Café hirviendo

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Ya no sé si te estoy escribiendo de nuevo sobre los bordes del periódico, en los viejos programas de conciertos, sobre una etiqueta de alguna marca de cerveza, en los espacios blancos de la cajetilla de cigarros, en alguna piel ajena, quizá sobre mi pecho, o mi entrepierna húmeda…

El caliente líquido casi provocaba que me ardieran los labios. “El café debe tomarse hirviendo”, decía mi padre. Este vicio, que me calienta más la boca y la sangre que un buen trago de whisky, me recuerda la intensidad de tus mordidas de besos excitados. “Serías una pésima puta” me comentó alguna vez un buen amigo en un bar., “¿Cómo sobrevivirías si siempre andas por ahí con esas piernas tan juntas y tan sobrias?” terminó de decirme con el alcohol ardiéndole en el cerebro. Y la verdad es que el deseo de ir a buscarte y ofrecerme como ramera se me escurre entre las piernas. Las ansias de ti me sangran por las manos. El cenicero se ha llenado de nuevo y ni siquiera tengo tu mano compañera que por lo menos me haga creer por un rato, que ya no consumo tanto tabaco. No he escrito en un tiempo. Cinco días, la quincena pasada, un mes… Pero lo que me enferma es que no dejo de escribirte. Lo peor es que no se trata de recordarte o describirte, sino de inventarte. A diferencia de lo que le ocurría a Miller, yo agradezco no tener cerca una maquina de escribir cuando te voy componiendo, así puedo dejar que las letras nacidas de tus pupilas inventadas e invisibles se pierdan entre las inmensas plazas con extensiones de ágora, en los mercados ambulantes, en los campos abiertos o en los abismos de mi memoria. De esta manera te puedo olvidar cuando quiera. Así que no ha de sorprenderte si caminando el viento me delata haciendo caer en tu manos alguna granada o durazo con forma y sabor de mi vientre. Yo sembré su aroma con versos sin tinta, con tus adjetivos exactos, con tu presencia inventada, con las líneas de tu traje blanco, con tus manos al fumar, con tus piernas, con el olor a ti. Y todas estas cosas me golpean la mente mientras bebo de la taza.

Es poca la circulación de gente sobre las banquetas que rodean el Café, entre la calle 5º y la avenida con nombre de algún héroe patrio. Su nombre, sus apellidos y los acontecimientos que lo llevaron a convertirse en un signo de referencia dentro de una gran metrópolis, los saco de mi memoria y me los guardo en el bolsillo, junto con el resto de las indicaciones cardinales que descansan debajo de su nombre, como un mal epitafio. Así, me guardo tu historia, tu nombre con vocales resonantes y el perfil moral que mantienes en esta sociedad de la que me escondo. Pero cuando te encuentro en la arista de mis dedos, arranco tu nombre de esas placas metálicas, que con ojos de semáforo, ven pasar la rapidez de la efímera presencia de los conductores; arranco las letras que escriben tu nombre, de la portada de tus libros, de los organigramas y del reloj checador, para dejar de guardarte y rendir homenaje a tu cuerpo y tu nombre. De esta manera puedo tenerte cuando quiera. Así, todo lo que eres se vuelve parte de mi consciencia y no de todo un inconsciente colectivo. Todas las letras que no pronuncia tu nombre las hago mías. Sigo bebiendo…

Y puedo seguirte por medio de todas las espaldas que se parecen a la tuya, de los cuerpos con casi el tono exacto de tu piel, de otros nombres que reposan en silencio sobre placas metálicas o por medio de la sombra de viejos cuadros.
¡Las piernas me arden! El café se me ha derramado y su sabor es el que me lastima. Me levanto de impulso y arrojo a la mesa un puño de billetes que hacen más que pagar mi cuenta. Miento. No es que te olvide o te tenga cuando quiera. Simplemente eres tragos cortos o prolongados… o accidentes que arden… o las gotas que cae, perdiéndose de la mesa al suelo…


Pero sigo caminando, bebiendo… Bebiéndote sin probarte…

martes, 5 de mayo de 2009

Percusionista

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Sonidos con sabor a madera,
ecos bohemios con reflejo a tierras lejanas
y a nuestros campos ya tan andados,
destellos exactos
de tu sangre y de la mía,
de mi ferviente deseo
por poseer la belleza
de tus fuertes manos al tocar…

Melodías con olor a raíces,
y dedos húmedos que las alimentan,
golpes certeros, duros…
saben a expresión, a crítica y rebelión.
Notas que mantienen verdad,
tras el asfalto que nos pesa en las espaldas…

Música sin lenguaje exacto,
que ha de resonar eternamente
entre el silbido de la perpetua brisa,
y las vibraciones de los años de mi cuerpo.
Canciones con tonos delicados,
persuasivos, seductores…
sensaciones de las que me adueño…

Hoy tu presencia…
tu hermosa composición…
me trajeron el aroma
de naranjas frescas al caer,
y de océanos de cultivos frutales…

Sé que las efímeras letras se irán,
se borrarán, las tirarás…
Pero has de saber,
que tu exquisita música,
se quedo incrustada en mi piel…

Oh! mi bello percusionista de ideas,
de verdades y pasiones…
nunca he de olvidar,
nunca has de olvidar…

Tu imagen

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El tiempo jugaba
con tu estructura en mi cabeza…
con la vieja imagen fresca,
la descompuso…
la recreó…
la volvió metáfora,
alegoría, sueño, pintura,
mi palabra, mi retórica,
donde yo pudiese estirarme
y alcanzarla…
Pero en la realidad, en los días,
te fuiste entre los minutos...

martes, 28 de abril de 2009

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Me aterra no escribirte la palabra correcta,
sentir que tu imagen se inmaterializa,
se vuelve volátil, y se evapora entre mis manos.

Tus miradas tan cercanas,
parecían fragmentos de memorias viejas,
parecían incertidumbre disfrazada…

Pero la seducción de nuestra desinhibida piel,
y el quebrantamiento de nuestra razón,
ya hecha añicos en el suelo,
perforaron tus dudas
por aquellos instantes…

Entre el placer y la alucinación,
pude sentir toda mi sed de humanidad
saciada en tu cuerpo.
Mis labios peregrinos, no necesitaron
delimitar mas contornos,
si podían beber
de la inmortalidad de tus ojos…

Tus caricias ya no eran las metáforas
con las que plasmaba mi deseo,
ni tu bello cuerpo,
la alegoría que cada noche
me empecinaba a esconder
detrás de mis palabras…
de mis ideas…

Esta vez podía tocar te,
poseer el campo frutal
que era tu cuerpo,
volver a recorrer todas tus marcas,
tus caminos con olor a viñas en temporada…

No puedo desprenderme de tu imagen,
del agua que fluía lentamente por tu cuello,
que te probaba…
bajaba…
y besaba cada contorno de ti…
tu humedad tenía sabor a menta…

Me aterra no poder llenarte con la frase correcta...

sábado, 18 de abril de 2009

Hoy no sé lo que ves

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Y esta mañana he bebido el sol
hirviendo, con sabor a dagas
que se han deslizado con sangre
por mi garganta…

El ardor agigantó las ulceras,
no lo pude soportar,
vomité palabras rotas,
sin significado,
de un cuerpo sucio,
desechable…
que se lanza al suelo
que contamina
y en putrefacción desaparece,
vuelve a la tierra,
incorporándose en huesos, en polvo
volviéndolo a intentar…

Esta vez creí que te tocaba,
que mi metafísica te rodeaba,
que el polvo de mi ser
te envolvía y se pegaba a tu piel sudada…
Pero no…
no veías mas que los limites
de mi cuerpo…

Y el amanecer me trajo
asco, náusea, vértigo...
el ácido salía por mi fétida boca…

Ayer creí verte observarme radiante…
hoy no sé lo que ves…

Tierra Fértil...

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Quisiera ser aquella quien…

te hiciera respetar esta piel de café,
ardiendo por tanto sol…

te sedujera a amar estas manos de tierra, de fango, de rocas
que traen el olor de las entrañas del lugar donde naciste e ignoras…

te hiciera sentir el inmenso peso de una gota de sudor sobre su frente explotada…

te incitara a ver la realidad muy detrás de estas ciudades de asfalto,
allá a kilómetros de vidas urbanas,
donde te encontraras con su mirada,
y no necesitaras mas explicación…

te invitara a caminar a través de cada paso dado,
años atrás, donde nuestra ideología supiera
a territorio fértil, a revolución sin armas,
a verdadera identidad, a historia que nos da contexto
a inexistencia de sofismos
sin nacionalismos reciclados,
sin opresión con tono de ley en turno,
sin ignorancia que enmudece…

…Donde la modernidad sin filosofía
no nos carcomiera los pasos…



Quiero que mis pisadas
se llenen de barro, de lodo, de fatiga
donde el grano
me supiera en las manos y en la espalda…

Donde pudiese darte, hermano,
más que mi mano obrera,
más que palabras…

Regalarte acción,
en donde ahora,
tú y yo
apoyamos nuestros pies, el porvenir…
esta tierra dulce, fértil, agria, amarga…

Mas no seca…

jueves, 16 de abril de 2009

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Las piernas me temblaban,
la mente se me nubló,
y ya no pude ver
mas que tu imagen asechando
mi ser, mi todo…

Entre los destellos del amanecer,
casi podía sentir tu libido sobre
mis piernas, mis senos, al ras de mi ombligo;
donde tocaba mis labios, donde tocaba mi cuello,
pretendiendo trasformar tu flotante imagen
en mi deseo tangible…

Entre mi primer respiro
y el orgasmo,
vi mi moral perderse entre el fango,
yo quería poseerte ahí,
en la obscura suciedad,
sin nadie más a quien pensar
sin nadie más a quien sentir…

Pero los minutos de la realidad
se llevaron lo que hace tanto no tenía de ti.
Y la mañana se alzo reclamando
lo que de tu cuerpo no me pertenecía…

Y se enfrío toda la habitación…

Te fuiste,
y no me quedó mas que por fin
dormir…

martes, 14 de abril de 2009

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Y el deseo se me atora entre los dientes,
el amor se me congela en la punta de los dedos
quisiera, de verdad quisiera…

Y Dios juega a las probabilidades,
yo apenas conozco las constantes,
mis variables nos las puedo manejar…

Siento mis pies como raíces
estancados ente el marco de cemento a mi alrededor…
sí, cemento de estigmas,
me marcan, me prejuzgan,
me crean arquetipos…

Y la incertidumbre me bloquea,
el ruido me duele
sí, el ruido de voces,
que tiendo a obedecer…
palabras que no se permiten ser más lentas,
no se detienen a escuchar…

Y el caos se crea,
con tan solo un par de ideas adversas,
el estruendo no me deja discernir…

Esta tarde solo quiero escuchar música
no más ruido,
música verde,
folklor que me explique y me identifique…
al lado de un amor, dos, tres, infinidad
de sentimientos eternos y fugaces
marcan quien soy, ojala lo entendieras,
corazón de artista, poeta, pintor…
sentir mi sublime y baja humanidad
a cada momento…

Ojala pudiera darte lo que das…
En la tierra que prefieres,
sin viento que se lleve y deje volar los momentos,
las cosas, las personas, las experiencias, el amor…
Mas ahora soy una hoja seca en el aire,
que se mezcla con las demás partículas
que le acompañan en un viaje constante…

Ahora vez que me escribo y te escribo a deshoras…
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Quisiera ser la dueña
de la frescura de tus labios,
de las líneas que marcan tus manos,
de los años que cubren toda tu piel mestiza
de tus ojos seductores y avispados
de tu literatura
de tu poesía escondida y prohibida
de las disimuladas miradas inexistentes a la realidad
del único adulterio que te excita
de tu contemporánea y anacrónica forma de escribir
de la claridad de tus contradicciones
de la causa de tu rebeldía
Quisiera ser alguna vez el nombre
que corta la esquina del lado izquierdo
de tu hoja…

Mas a pesar de todo,
te he hecho mió ya…
en mi mente te he poseído,
has esparcido el sudor de mi cuerpo por el tuyo,
has besado y tomado de mi feminidad,
lentamente has acelerado el temblor de mi pecho
y he probado del sabor terrenal del tiempo de tu piel…

Pero mis manos están a distancias de abismos con respecto a ti...

domingo, 12 de abril de 2009

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Paseo alrededor de tus pisadas.
Entre numerosas puertas y escalones,
encuentro la casualidad de tus ojos.
Y el tiempo tiende a desaparecer,
se va haciendo mas liviano, menos denso,
y la metamorfosis del estruendo
a leves silbidos de nada, de presencia sin palabras,
mientras estiras de mi brazo para acercarme a tu cuerpo…
¡bendito pretexto cordial!
…y besas mi mejilla…
Yo intento absorberte
por medio del perfume que se desprende de tu piel,
inmortalizo los contornos
y las marcas de tu rostro…
la ansiedad viaja hasta la periferia de mis nervios,
la nausea y la fatalidad se van por unos instantes.
Mas te vas, y te llevas el espacio de mi mente
regresa el peso de los minutos,
y te pierdes entre el ruido del sinfín de pasos
que súbitamente han vuelto…

Entre cristales y desniveles te encuentro,
al son de charlas y de ramas.
Tus miradas al viento me las adjudico.
Escribo tu nombre en forma de metáforas
sobre las páginas en blanco.
Te has robado ya todas mis palabras,
mis ideas, mis letras…
de mi razonamiento te deshiciste
a la sincronía de aquel guiño…

Y mis esporádicos aires de poesía,
no pueden
con lo complicado de tu sencillez,
con lo cargado de tu iris
con el abismo de tus palabras…
mis manos no se pueden desprender de ti
por medio de versos desiguales y libres,
sólo si tocan
la ambrosia y la mierda
del cielo y la tierra
que un solo ser les puede ofrecer…

Déjame rozarte con la punta de mis dedos…

Y sólo sigo jugando con universos y situaciones paralelas... casi inexistentes... allá donde no alcanza su mirada...

martes, 31 de marzo de 2009

Y entre hoy y mañana, escribo poesía contigo...

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Gracias por el momento...

Gracias por bailar... entre hilos e infinidad de pensamientos...

Entre el silencio y las estrellas de la noche...

Entre distancia y cielo inexistente...

Entre letras sin sonido y sentimientos...

Entre dedos y piel que aun no veo, pero con aroma a brisa fresca...

Entre hoy y mañana, acá y allá... con los ojos cerrados y ese sentimiento a flor de piel...

Y esta seducción que no puede contener mi cuerpo... mas en esta noche solo me queda el dulce roce de tu letras... y la música de tu esencia tocando mi piel...

Rozando tus mejillas, la brisa entre tus cabellos y lo húmedo de tus labios...

Te miro, me tomas y mi piel se estremece... mis palabras apenas salen de mi boca... solo deseo poseer tus pensamientos... hacerlos míos...

Te deslizas conmigo entre cada nota, entre cada suspiro... Tan solo deseo sentir tus manos conmigo, por un momento, por una noche...

Solo mi impulso fugaz... entre el secreto y el pecado... paso sus barreras... y toco en el límite en el que tu cuerpo deja de ser tangible...

Y el tuyo se convierte en la melodía que me hace anhelar que esas bellas notas no terminen y la noche se congele por un momento más...

Mas siento que el viento soplará y robará tu imagen de aquí, de mi mente, de mi alcance... de mis manos que inventé a tu lado... dile al frío de la madrugada que espere un poco más, aun deseo tenerte entre mis brazos...

Siempre entre letras y poesía, entre música y sentimientos tendremos el recuerdo de la última nota... Llena de este momento en el que entrego un beso, una caricia y una sonrisa...

Sé que mañana solo me quedará de ti tu olor impregnado en mi ser, tus pensamientos oscilando entre los míos y el recuerdo de un ojo, que, por una noche, logró más que seducirme.... mi hizo caer con su dulce poesía...

Solo puedo imaginar lo dulce de tus labios, lo suave de tu piel y lo terso de tu voz... Mas el sabor de tu alma, de tus letras y el palpitar de mi corazón quedara suspendido en la noche que me regalaste la mas romántica de las Milongas...


Por mi y la esencia que se esconde detrás de las letras...

jueves, 26 de marzo de 2009

Invítame un tango...

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Entre los interminables pasillos
ahora busco tu mirada
entre la infinidad de ideas etéreas flotando a mi alrededor
busco el hilo de tus pensamientos,
para que me arrastren a ti
no tardo en encontrarlo,
tus ideas tiene olor a cascada
siempre fluyen continuas y vertiginosas,
y el viento me trae el aroma a los verdes pastos
que crecen a tu alrededor, a tierra mojada,
a brisa fría de cascada
a fertilidad constante…

Invítame esta noche a nadar en tus letras
en tu historia y en tu ojo filosófico.
¡Que no ves que muero por rebasar tu física!
La experiencia en tu mirada me regresa a el camino
no necesito andar en busca de sendero, por lo menos no este día,
guíame, llévame, penetra mis barreras hoy
tómame solo en esta luna nueva
donde no haya luz
donde nadie observe,
donde seamos libres,
sin ataduras al mañana,
que para mí después sería suficiente
tu complicidad a la par de un guiño.

Invítame esta noche un tango
solo pareja en turno
no más…
hasta poder absorber tu esencia,
hasta hacerla mía,
dejando mi huella y mi aroma en tu cuello
bajo los años de tu piel…
La excitación de mis ideas
llaman a las tuyas
al ritmo de esta Milonga del Ángel.
No resistas más…
volátil y eterno amor…

Enséñame a entrar…

lunes, 23 de marzo de 2009

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viernes, 13 de marzo de 2009

Ser seducido...

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La seducción profunda no sabe a atracción carnal.
Es una especie de embriaguez de ideas,
de filosofías personales,
de persuasiones más fuertes que la mente seducida.
Es una libertad disfrazada,
que te da la oportunidad de romper estándares determinados.
Te obliga a dejar lo que tienes,
para conseguir, lo que en el momento,
crees que es lo que te hacía falta, tu complemento.
¿Cómo pinta la seducción?
Te va envolviendo en diferentes tonalidades purpureas.
Puedes desconfiar o despertar al inicio,
pero te va enamorando con tonos claros,
hasta conquistarte con sus más intensos colores,
hasta dejarte ciego, en completa obscuridad.

¿ A que huele? ¿Qué aromas recuerdan aquella alucinante situación?
No es olor de rosas recién cortadas y atiborradas en un jarrón
tampoco perfumes improvisados con etiquetas comerciales
la seducción huele al sudor de esa piel,
a la esencia que creí percibir,
que yo misma creé a partir de la idea de él
a olores que no existen,
su aroma lo invente…

Son miradas furtivas, fugazmente eternas
de complicidad y engaño
miradas que encierran secreto,
actitudes y disimulos que son mentira.
Caer fue la parte más hermosa de la inmoralidad
es la ilusión más cercana al amor.

sábado, 7 de marzo de 2009

En la estacion sigo estancada

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Sentada en la estación pude sentir tu mano cálida sobre la mía.
- ¿Amor, como hemos llegado aquí?
No hay respuesta, no eras tú, no estabas ahí ya. Era el viento que me traía tu esencia de lejos.
He visto pasar un sinfín de trenes, ninguno es el mío, no deseo irme.
No recuerdo el lugar en donde te perdí, en que momento te solté y me extravié.
Recuerdos vagos… mi mente me engaña, una parte de ella me obliga a olvidarte, a sacarte, a no reconocerte mas…
Pero… el otro fragmento de ella, se niega a borrarte, se empeña a mantenerte vivo, a fantasear que sigues esperando junto a mí, el próximo tren.
Regreso a la realidad, hago memoria y escucho en mi cabeza de nuevo tus palabras:
- Es tarde ya, es hora que subas al vagón, solo hazlo y no mires atrás.
Pero no puedo, ¿Cómo pides olvidarte? ¿Cómo pides dejarte?
Las memorias no paran, sigues pasando vertiginosamente en mi cabeza…

Música… tu música que marcaba el ritmo de mi vida. Las viejas noches bohemias, los viejos encuentros cálidos entre noches heladas de enero, los detalles disimulados…
Lo deshice. Nos desgastamos y de un fuerte golpe, hice que todo se viniera abajo.

¿Qué me ata a este lugar? Tu falsa voz que viene a cantarme en las noches…
El olor de tu ser que se quedó impregnado en mi piel…
Tu música que se quedó vibrando en mi cuerpo…


Y los espacios en blanco se me agotan… ya no quedarán mas palabras, tal vez salgas y por fin me marche…
Mas por hoy, sigo aquí, sin saber tomar camino, estancada en la misma estación… con el desvelo de esperarte…

jueves, 5 de marzo de 2009

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No puedes ver mas que monólogos mentales pensados en verso, ideas volátiles y etéreas; formas, estructuras e imágenes amorfas, pero libres a cada palabra real leída entre líneas…

domingo, 1 de marzo de 2009

En memorias te conservo...

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Pasado, memorias, suciedad que las pervierte
y tiempo que las hace inexistentes
ideas a perspectiva de lo que fue,
mezcladas con pesadas emociones son,
fracciones del ayer
reflejadas en lagrimas de hoy
cuchillos intangibles que no puedo arrancar
sangre que pierdo y que no veo derramar.

Pasado, memorias, mente, imposible fragmentarla
el recuerdo es inherente, me perfora
tus palabras, tus pasiones, tu música, que te creé
me engañan, me susurran esperanza,
arrullándome ahora que tu cuerpo,
frió y lejano ya, no me abrazará mas.
Despierto, solo queda amargura y mareo mental.

Pasado, memorias, mente, engaño, distorsionando
efímera belleza terrenal que me enamoró
libertad e inmoralidad que me embriagó
mas aire puro no pude respirar
viví del humo alucinante de aquella situación que me drogó.
Ya no pude encontrarte más.

Pasado, memorias, mente, engaño, dolor
quiero gritar, vomitar, quitarme la piel
que me hizo sentirte y perderte,
escribir hasta que cada frase haga que salgas de mi
dime, que sentido tiene, si me has olvidado ya.

Pasado, memorias…
los mejores reflejos en mis ojos pude ver
te has llevado todo ya
y no quema mas que mi impulso visceral

Todo es inestabilidad, fingir y sostenerse
y lo único que se de cierto, por mas que escriba y lastime,
es que tu recuerdo aquí quedará…

… Ahora es parte de lo que soy y fui

Es lo único que queda de nosotros…